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La Convicción de los Primeros Cristianos y las Persecuciones de Nerón.

Testimonio de la Veracidad de los Evangelios.

Uno de los aspectos que más impactan y conllevan convencimiento sobre la validez y aceptación de los relatos de los evangelios, es la profunda convicción y compromiso que mostraron los primeros cristianos; Estos, a pesar de enfrentar brutales e inclementes persecuciones, especialmente durante el reinado del emperador Nerón, mantuvieron su fe inquebrantable. Su disposición a sufrir horribles tormentos y morir por sus creencias no es solo un testimonio de su fe personal, sino también una fuerte evidencia de que lo que habían oído, visto y aprendido sobre Jesús era auténtico y creíble. Nadie se deja inmolar si no tiene una convicción profunda. Estas personas cercanas a la época de la vida de Jesús, son prueba irrefutable de su compromiso con lo escuchado, visto o vivido

No se entiende otra manera, que ante las persecuciones que sufrían los primeros cristianos, no abandonara sus creencias y fe. Si no hubiese existido una certeza firme sobre la verdad de los hechos narrados en los Evangelios, simplemente no se puede concebir que miles de personas arriesgaran su vida por una historia inventada o por un conjunto de mitos que sabían que eran falsos o discutibles.

Las Persecuciones Bajo Nerón.

La persecución de los cristianos por parte del emperador Nerón, es uno de los episodios más documentado y trágicos de la historia de los primeros cristianos. Nerón, gobernó entre los años 54 y 68 d.C., época relativamente coincidente con la vida de Jesús en la tierra. A Nerón se le conoció por su extrema crueldad y extravagancia, y su reinado estuvo marcado por episodios de tiranía y opresión. En el año 64 d.C., ocurrió el Gran Incendio de Roma, un desastre que destruyó gran parte de la ciudad. Aunque los historiadores debaten sobre las verdaderas causas del incendio, muchas fuentes apuntan a que Nerón, en un intento por desviar la responsabilidad y las críticas hacia su gobierno, culpó a los cristianos por el incendio.

Para que se entienda la dimensión de la crueldad de Nerón, uno de los tantos actos infames del Emperador, fue el asesinato de su propia madre, Agripina la Menor, en el año 59 d.C.

Se dice que el incendio de Roma, no aceptado por todos los historiadores, fue un pretexto de Nerón para desatar una feroz persecución contra los primeros cristianos. El odio de Nerón hacia los primeros cristianos se gestó por el hecho que estos rechazaban a los dioses romanos. Según los relatos históricos, muchos cristianos fueron devorados por animales salvajes en los circos romanos, crucificados o quemados vivos para iluminar los jardines de Nerón por las noches, entre otras torturas. Este nivel de persecución tan brutal e inhumano, sin embargo, conlleva un mensaje fuerte hoy, los cristianos no renegaron de su fe.

La Fe Inquebrantable de los Primeros Cristianos.

Como se dijo, la determinación y la valentía de los primeros cristianos en la aceptación de martirios crueles en su contra por continuar con las enseñanzas de Jesús, no prueba cosa distinta a su convicción por lo que sucedió en su época. En lugar de renegar de su fe para salvar sus vidas, aceptaron el martirio con serenidad y convicción. Los relatos históricos sugieren que muchos de ellos enfrentaron la muerte con un sentido de esperanza y paz interior, confiados en la promesa de la resurrección y la vida eterna que Jesús había proclamado.

Estos hechos históricos son extremadamente importantes. Si los cristianos primitivos hubieran dudado de la veracidad de los relatos de los Evangelios, es difícil imaginar que hubieran estado dispuestos a soportar tales sufrimientos. La aceptación de la muerte bajo terribles torturas indica una certeza absoluta y firme en las enseñanzas de Cristo y en la veracidad de su resurrección. Para ellos, los Evangelios no eran simplemente escritos religiosos; eran relatos verídicos sobre lo que habían presenciado, sobre las palabras y obras de Jesús, su crucifixión y su resurrección.

En otro artículo, destacamos también el hecho que los apóstoles a excepción de Juan, sufrieron el martirio. Según la tradición cristiana todos murieron de manera violenta a causa de su predicación y su testimonio sobre Jesús.

Ahora, a pesar de las persecuciones, el cristianismo en vez de acabarse o disminuir continuó expandiéndose. La brutal persecución de Nerón no acabó con la fe cristiana; al contrario, parece haberla fortalecido. Tertuliano, uno de los primeros apologistas cristianos, escribió en el siglo II: «La sangre de los mártires es semilla de cristianos.» Esta famosa frase expresa el fenómeno de cómo las persecuciones, lejos de disuadir a los creyentes, parecían atraer a más personas al cristianismo.

Conclusión.

Es impresionante la convicción de los primeros cristianos, quienes estuvieron dispuestos a enfrentarlas más brutales persecuciones bajo el mandato del emperador Nerón, impactan la aceptación que profesaban de los relatos de los Evangelios. Su voluntad de morir por su fe demuestra que estaban profundamente convencidos de la veracidad de lo que habían experimentado y aprendido sobre Jesús. Esta convicción, no mermó ante la persecución, no fue un obstáculo para la propagación del cristianismo, sirvió como una poderosa evidencia de la autenticidad de los evangelios, ayudando a que la fe cristiana creciera incluso en las circunstancias más adversas.

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  1. Los apóstoles murieron por su fe, excepto Juan - […] No sólo los apósteles estuvieron dispuestos a sacrificarse por lo que sabían de Jesús, también … […]

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