Cómo los adelantos en la investigación del ADN muestran la existencia de una mente superior.
Antony Flew, en su libro “Dios Existe” dijo que una inteligencia superior ha debido participar en el ensamblamiento de extraordinarios diversos elementos para que se formara la vida, que los hallazgos realizados durante más de cincuenta años de investigación del ADN, sirven de base para nuevos y poderosísimos argumentos a favor de la teoría del diseño. Textualmente afirmó:
«[Lo que asombra] Es la enorme complejidad del número de elementos y la enorme sutileza de las formas en que cooperan. La probabilidad de que todos esos elementos hayan podido encontrarse por casualidad en el momento adecuado es simplemente minúscula. La enorme complejidad [de los caminos] por los que fueron conseguidos los resultados es lo que me parece producto de la inteligencia» .
Llegaba así a la conclusión de la necesidad de la intervención de un ser superior o una inteligencia superior en la creación de la vida. Utilizó el razonamiento de Gerry Schroeder y su denominado «teorema del mono» para apoyar esta premisa. Con él explica la casi total imposibilidad que los compuestos químicos necesarios para formar la vida inteligente tal como la conocemos, haya sido producto del azar. Así lo describe Flew:
Schroeder toma como base para su análisis un experimento realizado por el British National Council of Arts. Consistió en que a seis monos se les dio la posibilidad de interactuar con un computador. El resultado fueron 50 paginas realizadas por los monos, en las que no consiguieron ni siquiera crear una palabra de una letra. Se consideraba que una letra era una palabra si antes y después de la misma había un espacio.
Estas son las conclusiones que cita Flew:
“Si tenemos en cuenta que el teclado del ordenador contiene treinta caracteres (las veintiséis letras y otros símbolos), la probabilidad de conseguir una palabra de una sola letra es de 30 veces 30 veces 30, es decir, de una entre 27.000”.
Cuenta que Schroeder aplicó el cálculo de probabilidades al soneto de Shakespeare y que este se preguntó sobre la posibilidad de conseguir por azar un soneto del escritor inglés. Todos los sonetos de Shakespeare constan de 14 versos. Dijo que todos los sonetos tienen la misma extensión. Escogió el primer verso “Shall I compare thee to a summer’s day?”, ¿te compararé a un día de verano? Después de aplicar el cálculo a las probabilidades de escribir una palabra, considerando una palabra a una letra con espacio antes y después de ella, en que los monos después de producir 50 páginas no fueron capaces de hacerlo, llega a la conclusión que, bajo la ley de las probabilidades, es prácticamente imposible que por azar se pueda escribir siquiera la primera línea del soneto. Concluye entonces que, si las variantes para producir la vida son millones de veces mayores a la de producir un soneto, es imposible o prácticamente imposible que la vida sea el producto del azar. Dice Flew textualmente:
“Si el teorema no funciona para un solo soneto, entonces, por supuesto, es simplemente absurdo sugerir que algo mucho más difícil que escribir un soneto —la aparición de la vida— pueda haberse producido por casualidad .”
(tomado del libro la “Fuerza que mueve al mundo”)
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