Flavio Josefo: Testimonio Histórico del Siglo I que Corrobora los Relatos Evangélicos.
Flavio Josefo fue un destacado historiador judío del siglo I, época en que vivió Jesús. Es considerada una de las principales fuentes externas al cristianismo que ofrece un testimonio histórico sólido sobre Jesús, su vida, crucifixión y otros hechos que, de manera indirecta, corroboran los relatos de los Evangelios. Aunque Josefo no fue cristiano, muchos menos seguidor de Jesús, sus escritos proveen una visión del contexto histórico en que vivió Jesús, y sus menciones sobre el cristianismo primitivo son consideradas de gran relevancia por estudiosos tanto religiosos como seculares.
¿Quién fue Flavio Josefo?
Flavio Josefo nació en Jerusalén, vivió entre los años 37 y 100 d.C., fue un historiador y militar, vivió durante un período crucial de la historia judía, marcado por la ocupación romana y la rebelión judía de los años 66 al 70 d.C. sublevación que terminó con la destrucción del Segundo Templo. Josefo luchó al principio contra los romanos en esta revuelta, luego fue capturado y, tras vaticinar la ascensión del emperador Vespasiano, se ganó el favor romano y se le concedió la ciudadanía romana.
Se consideran sus dos principales obras: “Antigüedades Judías” y “La Guerra de los Judíos”. Son importantes fuentes históricas que documentan el mundo judío del siglo I, la ocupación romana y otros eventos significativos de la época. En el libro “Antigüedades Judías”, una historia del pueblo judío desde la creación hasta el año 66 d.C., Josefo menciona a Jesús, Juan el Bautista y Santiago, lo que hace que estos textos sean de gran importancia para la investigación histórica sobre el cristianismo primitivo.
El Testimonio de Josefo sobre Jesús.
La referencia más conocida sobre Jesús en los libros de Josefo, se encuentra en el capítulo 18 de “Antigüedades Judías”, un pasaje que se ha conocido como el “Testimonium Flavianum”. Este pasaje es uno de los testimonios no cristianos más antiguos que mencionan a Jesús, dice así:
“Por aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, si es que en verdad puede llamársele hombre, porque fue un hacedor de milagros, un maestro de aquellos hombres que reciben con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos de los griegos. Él era el Cristo. Y cuando Pilato, por la denuncia de los principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, aquellos que lo habían amado desde el principio no dejaron de hacerlo. Se les apareció al tercer día resucitado, habiendo dicho los profetas de Dios estas y muchas otras cosas maravillosas acerca de él. Y hasta ahora, el grupo de cristianos, llamado así en su honor, no ha desaparecido.”
La autenticidad del “Testimonium Flavianum”.
El “Testimonium Flavianum” ha generado controversia. Ha sido objeto de muchos debates entre los estudiosos. Algunos afirman o creen que Josefo pudo haber escrito el pasaje en su totalidad, otros consideran que los cristianos posteriores a su vida y obra, añadieron partes del texto para reflejar una visión más favorable de Jesús. A pesar de este debate, la mayoría de los expertos, creyentes y no creyentes, coinciden en que el pasaje es, al menos en parte, auténtico.
De esta historia, no obstante, la discusión que suscita, lo que resulta crucial es que, aun con posibles modificaciones en la narración, el testimonio de Josefo confirma varios aspectos importantes de la figura histórica de Jesús: su “sabiduría”, su “capacidad de atraer seguidores”, su “crucifixión bajo el mando de Poncio Pilato”, “la resurrección” y la continuación del movimiento cristiano tras su muerte.
El Relato sobre Juan el Bautista
Josefo también menciona a “Juan el Bautista”, otro personaje significativo de los Evangelios. En el libro “Antigüedades Judías”, exactamente en el Libro 18, capítulo 5. El relato de Josefo sobre Juan el Bautista está en línea con lo que los Evangelios describen, ya que presenta a Juan como un hombre piadoso que llamaba al pueblo a la justicia y el bautismo. Dice así Josefo: “Juan, llamado el Bautista, fue un hombre bueno, que incitaba a los judíos a la virtud, la justicia entre ellos y hacia los demás, y a recibir el bautismo.”
También nos dice Josefo que Juan el Bautista fue ejecutado por Herodes Antipas, la razón que nos da, es que estaba preocupado por la influencia que Juan tenía sobre el pueblo y temeroso de que incitara una rebelión. Estas menciones del historiador, concuerdan con el pasaje de los Evangelios que describe cómo Herodes, tras una compleja serie de eventos, ordena la ejecución de Juan el bautista, está narrado en la Biblia en Mateo 14:1-12 y Marcos 6:14-29. Aunque Josefo no menciona detalles teológicos o milagros, confirma la existencia histórica de Juan el bautista y la naturaleza de su misión, en línea con la narración evangélica.
La Mención a Santiago, el Hermano de Jesús.
Otro pasaje significativo en las narraciones de Josefo en relación a los Evangelios, está también en el libro “Antigüedades Judías”, Libro 20, capítulo 9. Acá hace una referencia a Santiago, identificado como «el hermano de Jesús, llamado Cristo. Dice así:
“El sumo sacerdote Anano, hombre audaz y de corazón duro, aprovechó la muerte del procurador Festo y, considerando que Albino estaba aún en camino, convocó un consejo de jueces y trajo ante él al hermano de Jesús, llamado el Cristo, cuyo nombre era Santiago, junto con algunos otros, a quienes acusó de haber transgredido la ley, y los entregó para que fueran apedreados.”
Este relato confirma la existencia de Santiago, el hermano de Jesús, y proporciona detalles históricos adicionales sobre las tensiones políticas y religiosas que llevaron a su ejecución. La referencia a “Jesús, llamado el Cristo» no solo corrobora la historicidad de Jesús, sino que también demuestra la continua influencia de su movimiento incluso después de su muerte.
La Importancia del Testimonio de Josefo.
El valor que se le da a el testimonio de Josefo, es que, como judío no cristiano, sus escritos no están motivados por una fe religiosa en Jesús. No tenía razón para mentir, exagerar o embellecer los relatos sobre Jesús o sus seguidores, lo que hace que sus menciones sean especialmente valiosas desde un punto de vista histórico. También la época en que vivió, es testigo directo de los hechos. Los testimonios sobre Jesús, Juan el Bautista y Santiago proporcionan una evidencia independiente y creíble que refuerza la veracidad de los Evangelios.
Un contexto histórico más amplio.
Además de las menciones específicas sobre figuras clave del cristianismo y los narrado en los Evangelios, Josefo como historiador también proporciona un contexto histórico más amplio del siglo I en Judea, relatando hechos y menciones a personajes como Poncio Pilato, Herodes el Grande y los sumos sacerdotes, que también son mencionados en los Evangelios. Sus descripciones de estos personajes concuerdan con los relatos evangélicos, lo que respalda aún más la confiabilidad de los Evangelios como documentos históricos.
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